Una tarde de extrema calma me anunció de su llegada,
Vino después como un torrente sin piedad,
Vino al cabo como la tormenta más desatada a mi país,
Entró con furia azotando todas mis puertas
echando abajo las paredes de la soledad,
no hubo más remedio que entregarse a su poder,
no había forma de pensar, solo estremecimiento al filo de la muerte.
Grité y en saltos me sacudió de un extremo a otro,
escuché en lo hondo un trueno eran los ecos de su voz,
y mis venas parecían abrirse cuando pronunció mi nombre,
supe que estaba en medio de su furia cuando se detuvo al fin mi corazón.
Desperté años más tarde en una playa frente a un cielo despejado,
casi había perdido la memoria y los restos de todo lo que fui,
quise llorar pero no pude, miré el horizonte y guardé en silencio,
me puse de pié e incié la marcha suavamente...
Después de ti
Publié par Técpatl @ 05:21
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